Microbiota Intestinal

MICROBIOTA INTESTINAL.

En los últimos años, el estudio de lo que es y las funciones de la microbiota intestinal se han duplicado. Cada vez se encuentra más evidencia científica acerca del impacto que tiene está sobre nuestra salud.
A través de la boca, entra todo tipo de sustancia a nuestro organismo. Nuestro intestino es como una muralla, para proteger a esta muralla, necesitamos soldados. Estos soldados son la microbiota.

La microbiota tiene muchas funciones:
– Nos ayuda con la digestión y absorción de nutrientes
– Nos ayuda a sintetizar las vitaminas
– Sintetiza ácidos grasos de cadena corta (AGCC)
– Es un mediador de la respuesta inmune
– Tiene una función de barrera en nuestro intestino
– Regula el transito intestinal
– Actua como regulador neuroendócrino

La microbiota esta implicada en muchos mecanismos del sistema inmunológico. Algunos de estos mecanismos vienen dados por la acción de (AGCC) (acetato, butirato, propinato). Estos permiten la acidificación del medio colonico, impidiendo el crecimiento de patógenos bacterianos.
Una manera de aumentar estos AGCC y alimentar nuestra microbiota , es a través de la alimentación. Y en este post, os hablo del almidón resistente tipo 3 fibra fermentable y como conseguirlo. Este almidón resistente tipo 3 es un prebiotico (alimentos para nuestras bacterias).

Este aumenta las bacterias, que darán lugar a más butirato. Pues este tipo de almidón, lo podemos conseguir con un alimento tan simple como la patata o el boniato. Para ello tendremos que someter el alimento a un proceso conocido como “retrogradación”. Cuando cocinamos un alimento rico en almidón permitimos la entrada de agua al granulo de almidón y deshacemos su estructuras. Además se permite la salida de la amilosa al exterior del gránulo. Esto sucede con el alimento recién cocinado. De esta manera , NO, obtenemos almidón resistente tipo 3. En cambio, si dejamos enfriar el alimento, las cadenas de amilosa que habían salido fuera, al enfriar se enrollan entre sí de dos en dos formando nuevas estructuras (doble hélices) que no podemos digerir. Este proceso se llama “retrogradación” del almidón. Y esto da lugar a ese almidón resistente tipo 3 que alimentará nuestra microbiota intestinal.

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